" My life is a pea ..."   Y. Kusama

"Mi vida es una p..." Y. Kusama

"Mi vida es un guisante perdido entre millones de otros guisantes" Yayoi Kusama

Yayoi Kusama es la artista contemporánea más famosa de Japón. Nacida en la ciudad de Matsumoto, estudió pintura en Kyoto antes de mudarse a Nueva York en la década de 1950. Se hizo famosa a mediados de la década de 1960 por sus creaciones provocativas.
Su arte es una especie de análisis basado en la exploración de sus neurosis. Al regresar a Japón en 1973, continuó creando instalaciones que fascinaron al mundo.

Yayoi Kusama crea esta instalación monumental con la intención de provocar emociones intensas en el visor; refleja su obsesión con repetición, esquinas y espejos reflectantes.
La obra es parte de una serie de instalaciones titulada Infinity Mirrored Roomque usa espejos y tecnología LED para expresar la alucinaciones que la artista ha experimentado desde niña, sus sentimientos de flotación o encierro.

Para crear este ambiente, Yayoi Kusama considera cuidadosamente la colocación de objetos y espejos, y anticipa los efectos de luz producidos.

Grandes calabazas de plástico pintadas en amarillo y negro con pintura acrílica invaden el espacio y dan la ilusión, gracias al juego de espejos, de multiplicarse infinitamente. La obra evoca una cierta visión de la vida, la muerte y el infinito. Se invita a los espectadores a entrar en la instalación para ver sus reflejos mezclándose con el paisaje de calabazas, iluminado desde ángulos inesperados.

Para Yayoi Kusama, los guisantes hacen referencia al sol, símbolo de energía, ya la luna, símbolo de calma y serenidad.
La multiplicación de los guisantes negros también responde a un deseo de "autoextinción", según el artista.

Versión en francés:

Yayoi Kusama es la artista contemporánea más famosa de Japón. Nacida en la ciudad de Matsumoto, estudió pintura en Kyoto antes de mudarse a Nueva York en la década de 1950. Se hizo famosa a mediados de la década de 1960 gracias a sus provocativas creaciones.

Su arte constituye una especie de análisis basado en laexploración de sus neurosis. De vuelta en Japón en 1973, continuó creando instalaciones que fascinaron a todo el mundo.

Yayoi Kusama crea esta monumental instalación con la intención de provocar emociones intensas en el espectador; refleja su obsesión por la repetición, los puntos y los espejos reflectantes.
La obra forma parte de una serie de instalaciones titulada Infinity Mirrored Room que utiliza espejos y tecnología LED para expresar la alucinaciones de las que el artista es víctima desde niño, sus sentimientos de flotación o encierro.
Para crear este ambiente, Yayoi Kusama estudia meticulosamente la colocación de objetos y espejos, y planifica los efectos de luz producidos.
Grandes calabazas de plástico pintadas de amarillo y negro con pintura acrílica invaden el espacio y dan la ilusión, gracias al juego de espejos, para multiplicar hasta infinito. La obra evoca una cierta visión de la vida, la muerte y el infinito. Se invita a los espectadores a ingresar a la instalación para ver cómo sus reflejos se mezclan con el paisaje de calabazas, iluminado desde ángulos inesperados.

Para Yayoi Kusama, los lunares se refieren al sol, símbolo de energía, ya la luna, símbolo de calma y serenidad.
La multiplicación de puntos negros también responde a un deseo de "autoextinción", según el artista.

Regresar al blog